Aparecen como animales llenos de misterio, guardianes de tesoros o riquezas siendo generalmente princesas o "mouras" encantadas. Algunas leyendas hablan de una invasión de culebras que expulsaron a los habitantes de ciertos castros, pero se trata en realidad, según sugiere Rufo Festo Avieno, de la invasión de los Saefes. Siempre han provocado temor entre las gentes, que la consideran un ser peligroso. En ocasiones se trata de serpientes aladas y adornadas con conchas (como en el caso de Vilasuso, Narón), que pueden alcanzar el vuelo, para luego quedarse inmóviles semejando árboles. Existen construcciones muy antiguas que recogen el culto a este animal, en donde aparecen representadas serpientes, como en Pena da Serpe en Gondomil (Coruña), en el castro de Troña (Pontevedra) o en la Pía da Moura (Orense).