... en una ocasión unos negros se llevaron del castro una misteriosa arca que cargaron sobre una mula. Por otra parte, una leyenda dice que una mujer casada, tras beber en una fuente encantada, se convirtió en paloma. De esta manera solía preguntar a un jornalero de su marido cómo estaban este y su hijo. El encantamiento se debía a un alfiler que el ave tenía clavada en la cabeza y así, un buen día, fue capturada y liberada del alfiler, con lo que recobró su apariencia.
Según testimonios de los lugareños se han encontrado piedras escritas, por lo que es frecuente la visita de curiosos y expoliadores.
Se encuentra a unos 250 m. del castro de Bicás, siguiendo la misma carretera.